ROCHESTER, Minnesota — Un estudio de Mayo Clinic muestra que las células madre obtenidas de la grasa de los pacientes son seguras y pueden mejorar la sensibilidad y el movimiento luego de lesiones de la médula espinal causadas por traumatismos. Las conclusiones del ensayo clínico de fase 1 se publicaron en la revista Nature Communications. Los resultados de esta investigación inicial proporcionan información sobre el potencial que ofrece la terapia celular para personas que tienen lesiones de la médula espinal y parálisis, y cuyas posibilidades de mejorar la función son muy limitadas.
En el estudio que involucró a 10 adultos, el equipo de investigación observó que siete participantes mostraron mejoras según la escala de discapacidad de la Asociación Estadounidense de Lesión Medular (ASIA, por sus siglas en inglés). Las mejoras incluyeron aumento de la sensibilidad en las pruebas de pinchazo y toque ligero, aumento de la fuerza en grupos musculares del aparato motor y recuperación de la contracción anal voluntaria, lo que contribuye a la función intestinal. Esta escala se compone de cinco niveles, que van de la pérdida total de la función a la función normal. Los siete participantes que mostraron mejoras subieron al menos un nivel en la escala de ASIA. Tres pacientes del estudio no tuvieron respuesta, lo que significa que no mejoraron pero tampoco empeoraron.
“Este estudio demuestra la seguridad y el beneficio potencial que ofrecen las células madre y la medicina regenerativa”, afirma el Dr. Mohamad Bydon, neurocirujano de Mayo Clinic y primer autor del estudio. “Una lesión de la médula espinal es una afección compleja. En estudios futuros se podría demostrar si el uso de células madre junto con otras terapias podría ser parte de un nuevo paradigma de tratamiento para mejorar los resultados en los pacientes”.
No se informaron eventos adversos graves luego del tratamiento con células madre. Los efectos secundarios que se informaron con más frecuencia fueron dolor de cabeza y dolor musculoesquelético que se resolvieron con tratamientos de venta libre.
Además de evaluarse la seguridad, en este ensayo clínico de fase 1 también se evaluaron los cambios en la función motora y sensorial como resultado secundario. Los autores observan que los resultados a nivel motor y sensorial deben interpretarse con cautela debido a las limitaciones propias de los ensayos de fase 1. Actualmente, se está llevando a cabo otro estudio en un grupo más grande de participantes para evaluar mejor los riesgos y beneficios.
La información completa sobre los 10 pacientes sigue un caso clínico de 2019, que remarcaba la experiencia del primer participante del estudio que mostró una mejora significativa en la función motora y sensorial.
El mecanismo de acción de las células madre no se conoce del todo
Los participantes del ensayo clínico multidisciplinario tenían lesiones de la médula espinal que habían sido provocadas por accidentes en vehículos motorizados, caídas y otras causas. Seis presentaban lesiones en el cuello y cuatro, en la espalda. La edad de los participantes oscilaba entre los 18 y los 65 años.
Para obtener las células madre de los participantes, se extrajo una pequeña cantidad de grasa mediante una incisión de 1 a 2 pulgadas (2,5 a 5 cm) en el abdomen o el muslo. Durante cuatro semanas, las células se reprodujeron en el laboratorio hasta alcanzar los 100 millones y luego se inyectaron en la columna lumbar de los pacientes, en la parte baja de la espalda. Los participantes fueron evaluados durante dos años en Mayo Clinic en 10 oportunidades.
Si bien se sabe que las células madre se desplazan hacia las zonas de inflamación (en este caso, el lugar donde se encuentra la lesión de la médula espinal), su mecanismo de interacción con la médula espinal no se conoce del todo, afirma el Dr. Bydon. Como parte del estudio, los investigadores analizaron si había cambios en las imágenes por resonancia magnética y en el líquido cefalorraquídeo de los participantes, y también en la respuesta al dolor, la presión y otras sensaciones. Los investigadores buscan pistas para identificar procesos a nivel celular en las lesiones y opciones para su posible regeneración y recuperación.
La médula espinal tiene una capacidad limitada para reparar sus propias células y generar nuevas. Por lo general, los pacientes logran su mayor grado de recuperación en los primeros 6 a 12 meses luego de sufrir una lesión. Entre los 12 y 24 meses después de la lesión, la mejora suele detenerse. En el estudio, un paciente con una lesión en la columna cervical recibió células madre 22 meses después de sufrir la lesión y mejoró un nivel en la escala de ASIA luego del tratamiento.
Dos de los tres pacientes que presentaban lesiones completas de la columna torácica, es decir, que no tenían sensibilidad ni movimiento debajo de la lesión entre la base del cuello y la zona media de la espalda, subieron dos niveles en la escala de ASIA después del tratamiento. Los dos recuperaron algo de sensibilidad y control del movimiento debajo del nivel de la lesión. El conocimiento de los investigadores sobre las lesiones de la médula espinal causadas por traumatismos en la columna torácica indica que solo el 5 por ciento de las personas con una lesión completa podría recuperar algún grado de sensibilidad o movimiento.
“En una lesión de la médula espinal, incluso una leve mejora puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del paciente”, afirma el Dr. Bydon.
Continúa la investigación sobre células madre en lesiones de la médula espinal
En los Estados Unidos, las células madre se utilizan mayormente en investigaciones, y la Administración de Alimentos y Medicamentos considera experimental el uso de células madre de la grasa para el tratamiento de lesiones de la médula espinal.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre 250.000 y 500.000 personas a nivel mundial sufren anualmente una lesión de la médula espinal.
Según el Dr. Bydon, un paso importante a continuación es evaluar la eficacia de las terapias con células madre y a los subgrupos de pacientes que podrían beneficiarse más de ellas. La investigación sigue en marcha con un ensayo controlado más amplio donde se asigna aleatoriamente a los pacientes para que reciban el tratamiento con células madre o un placebo sin células madre.
“Desde hace años, el tratamiento de lesiones de la médula espinal se limita a los cuidados médicos de apoyo, más concretamente, a la cirugía de estabilización y la fisioterapia”, expresó el Dr. Bydon. “En muchos libros de texto históricos se afirma que esta afección no mejora. En los últimos años, hemos visto descubrimientos en la comunidad médica y científica que cuestionan los supuestos anteriores. Esta investigación es un paso más para lograr el objetivo final de mejorar los tratamientos para los pacientes”.
El Dr. Bydon es profesor de Neurocirugía de la cátedra Charles B. and Ann L. Johnson. Esta investigación fue posible gracias al apoyo de Leonard A. Lauder, C and A Johnson Family Foundation, The Park Foundation, Sanger Family Foundation, Eileen R. B. y Steve D. Scheel, Schultz Family Foundation y otros benefactores generosos de Mayo Clinic. La investigación se financió en parte con un subsidio del programa Transform the Practice (Transformar la práctica médica) de Mayo Clinic.
Consulte el estudio para obtener una lista completa de los autores y el financiamiento.
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